jueves, 7 de noviembre de 2013

LA TEORÍA DEL CAPITAL HUMANO



La teoría del Capital Humano surge en los Estados Unidos de la mano de Gary Stanley Becker con su obra El capital humano (1960).

En aquella época tuvo lugar una gran expansión económica. Esta teoría sostiene que la inversión más rentable que un sistema económico puede hacer para crecer es aquella que se realiza en la mejora de su capital humano. Es decir, la mejor inversión es la que se dedica a la formación de los recursos humanos, a la tecnología, a mejorar la organización del trabajo y de los métodos de gestión y, en definitiva, a la educación de las personas.

Se establece una analogía directa entre la inversión en capital físico (fábricas, carreteras, herramientas) y en capital humano (educación y cualificación para el trabajo), al entenderse el gasto en educación más como inversión que como consumo. Pero posicionándose de manera evidente en favor del capital humano, ya que este último, a diferencia de lo que ocurre con el capital físico, no está sometido al riesgo de su pérdida o expropiación.

Dado que el capital humano es una inversión, ésta se evalúa por la diferencia entre gastos iniciales: el coste de los gastos de educación y los gastos correspondientes, el coste de productividad, es decir, el salario que recibiría si estuviera inmerso en la vida activa, y sus rentas futuras actualizadas. El individuo hace, así, una valoración entre trabajar y continuar una formación que le permita, en el futuro, percibir salarios más elevados que los actuales. Se toma en cuenta también el mantenimiento de su capital psíquico (salud, alimentación, etc.).

En esta teoría cobra especial importancia el trabajador capitalista, porque lo que consumen en educación se convierte en una inversión.

Si en el mercado adquirimos algo para un uso personal, es consumo. Sin embargo, si compramos una mercancía ya no es un producto de consumo puesto que no le voy a dar un uso personal, sino una inversión.

Existen dos formas de ir al mercado:
Consumidores: mercancía que cambian por dinero para adquirir más mercancías.
Inversores: aquellos que utilizan dinero para obtener mercancía y adquirir más dinero.

En educación no existe un consumo sino una inversión, es decir, invertimos un dinero en formarnos con el fin de obtener un trabajo que nos permita ganar dinero. Por lo tanto, toda inversión en educación, salud y accesibilidad se traduce en una mayor renta per cápita, pero ¿hasta qué punto esto es cierto?


REFLEXIÓN

En parte estoy de acuerdo con la teoría del Capital Humano, ya que invertimos en educación para adquirir unos conocimientos que nos permitan poder optar a un puesto de trabajo y ganar dinero. Sin embargo, hace unos años el poseer un ya no es suficiente para tener trabajo; el criterio para seleccionar a un trabajador es tener experiencia previa o tener referencias

Pero el panorama actual, ¿cómo se puede pedir a los que tenemos titulaciones y acabamos de salir de la universidad experiencia previa si no hay demanda laboral? Además otra cuestión es la crisis en la que vivimos que hace que esta situación empeore. ¿Cuánta gente muy cualificada con diferentes estudios universitarios se encuentra actualmente en paro?

Esta teoría en la teoría está bien pero llevaba a la práctica puede tener ciertos agujeros que son difíciles se subsanar. Asimismo, esta teoría da por hecho que hay un equilibrio constante entre la oferta y la demanda porque no tiene en cuenta los cambios económicos que pueden ocurrir.

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